Los chicos desaparecen es el título de una película dirigida por el argentino Marcos Rodríguez, quien se encargó del guión en base al libro homónimo de Gabriel Bañez.
Los protagonistas de este policial son Norman Briski y Lorenzo Quinteros, dos actores de extensa y reconocida trayectoria.
El personaje central del filme es Macías Möll, el dueño de una relojería que se encuentra postrado en una silla de ruedas.
Möll pasa sus días dedicado a realizar cálculos sobre el tiempo y su obsesión es mejorar la marca que obtiene cuando se lanza por la rampa de la plaza del barrio en su silla de ruedas.
Los niños suelen vitorear y aplaudir al hombre en cada uno de sus intentos. Möll convive entre su deseo imposible de retornar a la niñez y su presente de invalidez cuando, tras la desaparición de unos chicos en la plaza, se convierte en el principal sospechoso.